► Beneficios del ejercicio para la fibromialgia

Hay unos efectos secundarios a la práctica del ejercicio que son más conocidos, son ellos los causados sobre los músculos, los huesos y la parte cardiorespiratoria.

Pero en esta oportunidad vamos a hablar de otros efectos menos conocidos y que nos son super benéficos para quienes convivimos con la fibromialgia.

Combatir el estrés con el ejercicio

Habitualmente pensamos que el estrés es algo “netamente psicológico”, algo que nosotros creamos y eliminamos de nuestra vida “poniendo de nuestra parte” (porque seguro así te lo han dicho).

Pero no es así, el estrés es algo que tu cuerpo identifica como una situación de peligro.

Esta puede ser inmediata (aguda) como cuando alguien grita “fuego” en un espacio cerrado o a largo plazo (crónica), por ejemplo cuando tenemos que convivir por largo tiempo con un dolor, como ocurre en la fibromialgia.

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O cuando experimentamos otro tipo de situaciones difíciles en nuestra vida: por ejemplo, un jefe abusivo y demandante, una relación tóxica, una enfermedad difícil propia o de alguien cercano, una separación, una pérdida, dificultades económicas, etc.

Esta segunda, la acción crónica, es la que nos compete.

El cortisol, hormona del estrés

El cortisol, llamado la hormona del estrés, es liberado por las glándulas suprarrenales.

Actua en el cerebro, sobre el hipocampo y la corteza prefrontal, disminuyendo su tamaño y afectando de forma importante el proceso de memoria, atención y toma de decisiones.

En el sistema digestivo puede causar úlceras gástricas, síndrome de intestino irritable.

En el sistema cardíaco y vascular ocasiona vasoconstricción de forma crónica, causando elevación de las cifras tensionales y cambiando la arquitectura cardíaca.

Ejercicio y cortisol

El ejercicio nos protege y nos ayuda a revertir los efectos deletereos del cortisol en nuestro cuerpo.

En el hipocampo y en la corteza prefrontal, incrementará su número de sinapsis (conexiones neuronales) haciendo que recuperen su tamaño.
Fortalece el corazón, mejorando la capacidad cardiorrespiratoria.
Estimula el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro y al ser el cerebro el mayor consumidor de oxígeno del cuerpo, a mayor cantidad de vasos sanguíneos, mayor aporte de oxígeno y mejor funcionará.

El ejercicio mejora el estado de ánimo

El ejercicio actúa como un tranquilizante natural. Mientras haces ejercicio es como si tu cerebro estuviera en una sesión de spa, llenándose de neurotransmisores positivos.

Neurotransmisores

Los neurotransmisores son mensajeros químicos que permiten el paso de la información entre una neurona y otra, así como entre neuronas y las células objetivo del cuerpo.

Los implicados en el estado de ánimo positivo (sentirse bien) son la serotonina, la dopamina, noradrenalina, oxitocina, endorfinas.

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Los niveles de serotonina pueden verse disminuídos por el estrés crónico, la falta de ejercicio y la inactividad; todas situaciones frecuentes en la fibromialgia.

Neurotransmisores y ejercicio

El ejercicio aumenta de manera directa la producción de los neurotransmisores positivos:

La serotonina en el cerebro, produciendo un efecto calmante y reductor de la ansiedad.
Las endorfinas, sustancias liberadas por la glándula pituitaria (hipófisis) que actúan como una “morfina natural”que calma el dolor y produce sensacciones de euforia. Así ayudan a reducir la ansiedad, el estrés y la depresión.
Estimula el circuito de recompensa, localizado en una zona cerebral llamada Area Tegmental Ventral (TVA) encargada de producir la dopamina, encargada de causar una especie de “adicción al ejercicio”. Haciendo que el cerebro quiera hacer cada vez más ejercicio para experimentar la placentera descarga de dopamina.
Si el ejercicio se practica con una compañia placentera, estimulará la liberación de oxitocina (conocida como la hormona del amor y la felicidad), que se encarga de disminuir el dolor y la ansiedad.