A los hombres también nos da fibromialgia

hombres y fibromialgia

Muchos preguntan ¿la fibromialgia también le da a los hombres? Este es el testimonio de Fabio.

Allá por el año 1990, fue cuando comenzaron los dolores en la espalda, al principio eran muy variables, pero incómodos al fin , ya que no estaba acostumbrado a que me doliera nada.

Llevaba una vida “normal”, trabajaba era soltero y estaba de novio.

Después de muchos años de todo tipo de terapias descubrí que como bien dicen, la fibromialgia está asociada a tener que hacer cosas que “hay” que hacer, pero que uno no quiere hacer.

Fue en ese momento, en que empecé a tener los problemas más importantes de mi vida, motivo por el cual estoy prácticamente seguro que fue cuando se despertó la fibro, o sea teniendo que lidiar con cosas para las cuales no estaba preparado, que representaban un enorme desafío social y emocional sobre todo.

Cuento esto, porque fue cuando empecé a tener problemas en las relaciones con mi empleador, con mis padres y con mi novia. Todos ellos problemas emocionales, vividos en soledad, sin solución aparente y con una gran carga de emociones negativas casi a diario.

Con el pasar del tiempo, los dolores se fueron incrementando más y más, a pesar de hacer terapias de ejercicio postural, acupuntura y kinesiología.

También con el pasar del tiempo, aquellos problemas emocionales seguían sin tener solución, ya que seguía en el mismo trabajo, con la misma novia con la que discutía más de dos veces por semana y con mis padres que me hacían la vida imposible en mi casa.

No voy a ahondar mucho en los detalles, porque me parece que el tema central aquí es como fue la transmutación del dolor y no tanto los por menores de mi vida, que no fui capaz de resolver en aquellos años.

Con el pasar de los años los dolores empezaron a aparecer en la planta de los pies, en las cervicales y en las lumbares.

Parecía que lejos de curarme cada vez se iba tomando más y más lugares de mi cuerpo.

Para el año 2000  ya no podía dormir prácticamente de los dolores que tenía.

Hasta ese momento me manejaba yo tomando aspirinas para el dolor unas dos o tres por día, fecha para la cual, también se hacían presente los dolores de cabeza prácticamente a diario, en la zona de la frente y del cuero cabelludo.

Cansado de visitar médicos especialistas en columna, traumatólogos, kinesiólogos y todo los títulos terminados en “ólogos“, decidí visitar a una psicóloga, recomendada por mis padres, la cual tampoco fue de solución al problema, si bien tocamos varios temas de aquellos que creo que fueron el disparador de la fibro. No se solucionó.


Únete a Fibromialgia Grupo de Apoyo


En los años posteriores llegue a dormir con 5 almohadas para tratar de mitigar los dolores durante la noche, porque como sabemos, no hay peor cosa que quedarse quieto para nosotros verdad?

Según pasaban los años, comencé a notar que me dolían además los brazos, las piernas el pecho, hasta las mandíbulas y oídos, dado que dormía con los dientes apretados por la noche y esto generaba bruxismo y otitis.

Para el año 2010, ya tomaba cualquier clase de remedios de venta libre, todo lo que puedan imaginar , recetados y no recetados , de tal magnitud que hacían ver a la famosa aspirina o al paracetamol, como caramelos.

A pesar de todo tuve suerte, porque nunca deje de cumplir con las cosas cotidianas de la vida como el trabajo, las relaciones sociales etc.

Nunca dejé de trabajar desde los 17 años que comencé.

Además por el año 1992 ,fue que decidimos casarnos con aquella novia con la cual me lo pasaba peleando. Jajajaja grave error.

Bueno, hoy digo que nada es un error. Fue necesario para la evolución y fue perfecto como fue, porque si no hoy no sería quien soy!!!

Tuve dos hijas y más y más dolores. Parecía que a medida que aumentaban las obligaciones para mí, mayor era el dolor que sentía en todos lados.


Orientación Médica Virtual de Fibromialgia


Los remedios que me auto administraba casi no funcionaban. En ese entonces había decidido hacer actividad física, así que me anoté a un gimnasio y concurrí asiduamente durante muchos años.

En el momento en que empecé con la actividad física, empezaron otros problemas de índole traumática, como son: lesiones , tendinitis, roturas de ligamento, roturas de meniscos, etc. Así que durante unos diez años de mi vida tuve aproximadamente 7 cirugías traumatológicas en distintos lugares del cuerpo, todas tendientes a eliminar esas lesiones que se ocasionaban quien sabe porque.

No eran producto de la actividad física porque todo lo que hacía eran ejercicios controlados. Allí fue donde descubrí que la fuerza que yo tenía comparativamente a gente de mi edad era de casi el 50% menos.

No obstante, nunca abandone la actividad, excepto cuando entraba en cirugías.

Los problemas laborales siguieron, a pesar de haber cambiado de trabajo cuatro veces hasta la fecha, son ese tipo de problema que lo tenes y te vas masticándolo a casa por días y días, sabiendo que no tiene solución desde el punto de vista que tenía en ese momento.

Los problemas familiares también continuaban, a pesar de que siempre viví con la familia que habíamos creado, también los problemas con mis padres, a consecuencia de una madre muy manipuladora y un padre obsecuente al mando de mi madre.

Para el año 2012 aproximadamente, mi vida era un caos de dolor físico y emocional. Dormía mal, estaba intoxicado de medicamentos, vivía con tremendos dolores de cabeza, algo realmente insoportable.

Por esos años fallece mi padre y mi tía con diferencia de meses (hermanos ellos), dos seres tan queridos.  Pues resulta que ellos también se llevaban mal, no se hablaban hace años.

Todas estas cosas me llevaron a ver y a redirigir la mirada, ya que todo iba de mal en peor. Decidí ir a fleni, un centro especializado en dolor crónico y neuropatías.

Para el año 2014, empecé distintos tratamientos: por un lado farmacológico, que consistía en la administración de calmador 50 mg (tramadol), un antidepresivo (cymbalta), clonazepam para poder dormir mejor y paracetamol como para reforzar el efecto del tramadol.

Con esta medicación volví a reconciliar el sueño, a pesar de que parecía drogado la mayor parte del día, parecía que estaba volando o algo así.

Por otro lado al mismo tiempo, y por recomendación del instituto fleni, empecé una terapia de hipnosis con una psicóloga especializada en dolor crónico.

Me di cuenta que estaba deprimido, realmente, creía que mi vida era una mie**** en todo sentido. Escribí cartas donde decía que tenía idea de suicidarme porque no soportaba más el dolor físico y emocional.

Bueno, fue el punto de inflexión. A partir de la medicación y de la terapia de hipnosis, algo se movió adentro. Algo que siempre estuvo allí y estaba dormido.

Empecé por leer libros de ayuda, no cualquier libro, libros donde enseñaba a hacerse cargo de uno mismo. Me empecé a interesar en la meditación y en las cosas espirituales. Leí sobre inteligencia emocional, sobre el desarrollo del cerebro.

Asistí a cursos donde se enseñaba sobre los poderes que tiene nuestra mente sobre el cuerpo. En fin, mi destino empezó a cambiar. Cambio el enfoque. Este proceso empezó por el año 2012 y sigue hoy en día.

Cuando miro atrás en el tiempo me doy cuenta lo infeliz que era (y eso que me creía muy listo e inteligente). Aprendí que la inteligencia y el saber sin el amor y la compasión, no son nada.

Aprendí a meditar, a valorar todo lo que me rodea, desde un plato hasta el universo mismo.

Empecé a entender cómo funcionaba mi cabeza, así que decidí yo mismo como quería que funcionara y no dejarlo al azar y a la opinión de los demás.

En la fibromialgia tiene mucho que ver la falta de valoración, damos más valor a lo que dicen otros que a lo que sabemos nosotros mismos. Todas las respuestas están dentro de nosotros, hay que ir descubriéndolas paso a paso.

Esto no ocurre de un momento al otro. Hay que atreverse a bucear en las propias miserias, allí donde nadie quiere mirar, el tacho de basura propio y dejar de poner las cosas en los demás. Hacerse cargo le dicen.

Con el pasar de estos años, desde el 2012 para aquí, he ido disminuyendo la cantidad de fármacos, por ejemplo el clonazepam que no tomo, el antidepresivo, que estoy por dejar de un momento al otro.

No estoy curado aun. Los dolores siguen, menos intensos ahora que antes, sigo con la medicación para el dolor, pero también en menor cantidad.

He ganado y he perdido cosas, sobre todo he ganado aquellas que eran necesarias para una vida mejor y perdido aquellas otras que eran innecesarias para una vida de miseria y sufrimiento como era la mía.

Desde el momento que aprendí que todo estaba conectado, mi vida fue cambiando para mejor.

Decidí desconectarme de cosas de baja vibración y reconectar con otras más sutiles, pero no de menor importancia, que entendí que son vitales para el bienestar del cuerpo y del alma.

Hoy por hoy vivo los dolores pero ellos no manejan mi vida. Entiendo que fueron necesarios para mi evolución, me han llevado a ser lo que hoy soy y a ver la vida con otros ojos.

Me hice responsable 100%  de mis pensamientos, mis sentimientos, la autovaloración. No digo que la espiritualidad sea el camino a seguir para las personas con fibromialgia, pero es mi experiencia así, por eso doy fe de todo lo que he escrito aquí.

No he dejado de ser quien era. He trascendido. Use la enfermedad como un puente.

Si yo pude, ustedes también.

Namaste

Fabio – Buenos Aires, Argentina


Sígueme en Viviendo con fibromialgia


Sigue leyendo más artículos en éste, tu Blog de fibromialgia, volviendo a la página de inicio.

2 respuestas a «A los hombres también nos da fibromialgia»

  1. Tengo 63 años y hace 8 que tengo artritis reumatoidea y hace como 5 meses ya los medicamentos que me dieron para esto no me estan haciendo efecto , le dije al doc y me dijo que aumentara la dosis , pero nada y ahora me duele todo el cuerpo junto con mi esqueleto , apreto algo con mis manos y se me hinchan y se ponen moradas los dedos ¿ que sera y por que ?

    1. sería importante que lo consultes con tu médico. Claramente no es un efecto de la artritis, porque ella solo compromete la zona articular, así que sería importante analizar diferentes causas posibles.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.